
La Sentencia de los zotes
Hice por ver ángeles celestiales.
Las neblinas, cristales de simientes,
impedían con inmensas corrientes
la angosta senda de los animales.
Por abrirles paso a estos mortales,
sellé el agua de todas las fuentes
abrasando a los bizarros relentes,
que ventilaron cielos torrenciales.
Mi corazón represo de lamento,
vio pasar a ganado y ovejero
hacia donde sacian la apetencia,
éstos penados zotes sin aliento,
con sus carnes bordadas de ropero
y la matanza acechando sentencia.
Cristina García Barreto.
Segovia, Castrosena, 16 de febrero de 2009.
2 comentarios:
Hola Cristina,
muy bonito tu poema,
LA SENTENCIA DE LOS ZOTES
"Mi corazón represo de lamento,
vio pasar a ganado y ovejero
hacia donde sacian la apetencia,
éstos penados zotes sin aliento,
con sus carnes bordadas de ropero
y la matanza acechando sentencia."
Me gustan mucho eso versos que dicen todo..
Abrazos
Mil gracias amigo.
Me congratula mucho tu comentario y, sobre todo, tu visita a este espacio.
Bienvenido,
recibe un fuerte abrazo.
Cris.
Publicar un comentario