domingo, 8 de marzo de 2009


Título del cuadro: Aguador.
Autor: Julio Ruiz.



Anda el aguador,
anda con sus chinelas.

Anda el aguador,
sin cumbre ni fama las callejuelas.

Antaño fue acaudalado,
hogaño, portador de agua fracasado.

Aciago porta sin gana,
cachirulos que no embriagan.

Y en el tempranero destierro de su dislate,
viste ropaje de escaparate.

Sesgando la indemne bruma de su cordura,
anda el aguador hasta las dunas.

Sus pies rendidos
sienten el lastre del jaspe frío y perdido.

¡Aguador!, ¡aguador!
¿Es que no me ha oído?

Le chirría una mora con acento airado:
¡Déme usted agua que se me ha agotado!

Lamento mi dama no poder ofrendarle agua,
toda la gasté al prenderse una fragua.

Desatendió el aguador su proscenio
afinándose el iris de su mirada de genio.

Decidió bailar con la contorsión del pez en los mares
y ahuyentar con sus alas todos sus males.

Aleteó y aleteó en postura enhiesta
hasta la oquedad de su cabeza.

Y, una vez, superado el vértice del monte santificado,
dejó su Alma vagar por el libre reino de los sacrificados.

Cristina García Barreto.
Madrid, 8 de marzo de 2009.

4 comentarios:

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Cristina...

Sería imposible pasar desapercibido un comentario tan amable como el tuyo.

Al recorrer tu blog encontré un espacio lleno de poesía, arte y mucha sensibilidad.

Mil gracias por visitarme.

Pondré tu blog en mi lista de favoritos para poder permanecer en contacto contigo.

Un abrazo.

Cris Gª. Barreto dijo...

Hola Rafael,

Bienvenido, de corazón.
Eres un gran poeta.

No sabes cuánto agradezco tus palabras.

Yo también te estaré siguiendo, no pienso dejar de hacerlo.

Otro abrazo muy fuerte para ti.

Cris.

Luisa Arellano dijo...

Hola Cris,

vengo a dejarte un saludito y un beso enorme y te encuentro pletórica de versos.

Te soplo el beso.

Cris Gª. Barreto dijo...

Hola cielo,

¡qué ilusión que pases por mi humilde casita para dejarme tus bellas palabras!

Tengo que visitar tu "caserío" poético...he estado y sigo muy liada.

Pero te envió un aluvión de besos.

Gracias querida Luisa.