
Estás y te quedas
Paseando a tu lado
más sola que un Alma sin dueño.
Con el corazón en suspenso,
como un espectro
hollado por las tinieblas.
Me siento metal plomizo
portando mis huesos.
Ando y cuento las amapolas al invierno
anhelando la vuelta de los pétalos
de una flor muerta.
Por mi pecho un rayo se atraviesa
cual herida encarnizada
que me tizna la cabeza.
¡Y estás! ¡Estás y te quedas!
Quemando mi cara
con miradas convulsivas
que hacen levantar mis penas.
Vago y me hago tormenta
sobre tejido de almohada reseca.
¡Bebe! ¡Bébeme el dolor!
Que vean mis ojos dónde
se me ocultó el Sol.
Enjuagada de sangre
corolario de tu ayuno
que no retoca corpúsculo.
¡Porque estás!, sin más,
¡y dices que te quedas!
Autora: Cristina García Barreto
30 de diciembre de 2008. Castroserna (Segovia)
2 comentarios:
Hay visitas que nunca sabe una si es mejor que se queden o que se marchen para siempre, Cristina :)
Besos
Y tan tan cierto es lo que dices...
Querida Luisa que bien has captado este poema.
Mil gracias y mil besos.
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