
Antes de que mis ojos
se hundan en el poso de su nostalgia,
y mis lágrimas
proclamen su estiaje.
Antes incluso de que la languidez
de mis pasos no dejen marca,
y mis pies
sean sólo una regia estampa,
diluiré tus ofrendas de nácar.
Así,
envuelta por la resina
candente de tus llamas,
ocultaré nuestras noches estrelladas
tras una tristeza opaca.
Cristina García Barreto
Castroserna, 11 de Julio de 2008.
se hundan en el poso de su nostalgia,
y mis lágrimas
proclamen su estiaje.
Antes incluso de que la languidez
de mis pasos no dejen marca,
y mis pies
sean sólo una regia estampa,
diluiré tus ofrendas de nácar.
Así,
envuelta por la resina
candente de tus llamas,
ocultaré nuestras noches estrelladas
tras una tristeza opaca.
Cristina García Barreto
Castroserna, 11 de Julio de 2008.
2 comentarios:
Cristina,
Vaya joya nos dejas.
Tremendo el final.
Casi te oigo recitarlo.
Un abrazo,
Estel J.
Gracias, Estel, por haberlo leído.
Me congratula que te haya gustado.
Un beso con cariño,
Cris.
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