lunes, 23 de noviembre de 2009

El templo de la lengua

Háblame para que así te recuerde,
si lo que piensas decir no es más bello
que el silencio, calla, no vayas a ello,
ni alces la voz, la razón nunca pierde.

Nada me afrenta un hostil a la cara
solo el amigo que va por la espalda;
háblame claro que tu boca no arda
di la verdad, mi quietud se dispara.

Muéstrame el templo en que habita tu lengua
la sabia dueña de tu pensamiento;
no más silencio, acepta mi tregua…

Aunque te arrepientas de haberme hablado,
porque en mis dudas, te pedí silencio,
me apena verte así tan, tan callado.


Madrid, 23 de noviembre de 2009
cristina garcía barreto.

6 comentarios:

Antonio dijo...

Bueno, bueno...veo que andas sonetera...
La lengua es polifacética, donde se localiza el gusto, emisora del verbo, burladora y otras funciones según el sujeto...
La lengua calla, pero el verbo fluye aunque sea de forma analógica. A veces no es necesario hablar con la lengua, pues la mirada, el gesto, la expresión corporal lo dice todo... háblame como sea para que te comprenda. Solo tu ausencia lleva al silencio...
Bueno, esto es lo que yo pienso, dentro de mi pobre capacidad de entendederas.
Besos soneteros... que no es lo mismo que “son heteros-exuales”. Te pido disculpas, pero los juegos de palabras me encantan. Si algún día me coge un Lacaniano me hunde con sus interpretaciones de la semática.
Insiste besos mil

Anónimo dijo...

Dice la letra de un bello tango...silencio en la noche, ya todo está en calma...esa calma que parece olvido pero es paz...Así lo quiere y no quiere quien lo desea y no lo desea...el juego del tiempo dará con la clave de los universos que giran en el infinito espacio del desconcierto...la vida misma...el modo de afrontar la superposición y la división del tiempo...Nada es... todo cambia...Pero el juego permanece en las impresiones que el ser humano crea en su interior...Nada puede ser aprehendido como si fuera un objeto material...nada se pierde...todo se conserva...es el paso de los sucesos, la propia existencia...

Mercurio.

Cris Gª. Barreto dijo...

Querido Antonio:

Sí, ya sé que la lengua es muy polifacética, jeje.
Coincido contigo en que el lenguaje más acertado es el de la mirada de eso ya he escrito, así pues y, atndiendo a dos citas de pensadores (a cuento de este blog: encuentro de pensadores) me decanté por la lengua que también tiene miga.

"Toda lengua es un templo en el que está encerrada el alma del que habla".
Oliver Wendell Holmes.

"La primera virtud es frenar la lengua, y es casi un dios quien teniendo razón sabe callarse".
Catón de Útica.

La verdad es que estoy lejos de ser un Dios ¡Cuánta razón tiene Catón! A ver si memorizo bien su cita.

Me gusta tu juego de palabras, a veces yo también lo hago, es divertido.

Y los lacanianos pues que sigan con su precisión y exactitud, aburridos todos.

Yo también insistiré, besos mil.

Gracias Antonio, muchas gracias por tu bonito, inteligente y ameno comentario.

Cris.

Cris Gª. Barreto dijo...

Querido Mercurio:

Eres el planeta más cercano al Sol y el segundo más pequeño del Sistema Solar. Eres menor que la Tierra, pero más grande que la Luna. Y, sobre todo, eres muchos mundos juntos en un solo planeta.

Creo entender tu comentario, creo. Porque es ambivalente, tiene la perspectiva de tus palabras, por ello, es relativista. Aunque creo entender qué quieres significar.
Y mira que no es fácil entender a un marciano.
Pero sí te entiendo.
No sabía que el adsl llegaba tan lejos, no sabía que me leían desde otro planeta.
Bienvenido querido extraterrestre a este pequeño mundo de mis letras.

Muchas gracias por tu comentario,
por tu buena escritura y, sobre todo, por dejar huella en este mundo.

Con todo mi afecto,
Cris.

Anónimo dijo...

Qué bien Cris.
Es genial. Has vuelto a la rima, a mi me gustan más los versos "rimados".
Te felicito princesita enigmática.



Con todo mi corazón.
Javier.

Cris Gª. Barreto dijo...

Eh! Javier:

¿Rimando, rimando? ¿Es que acaso no riman las palabras de un verso sentido?

Si es que precedes a la generación del veintisiete.

Y, remando, remando, la poesía va abanzando.

Te quiero vetusto amigo.
Cris.