martes, 23 de noviembre de 2010

Interrogantes


Si al final se destruye el patrón
con el que quisimos vestir nuestra vida.
¿De qué nos sirve aniquilar ángeles caídos
con las llamas de nuestros corazones?
¿Por qué los valles trasudan sangre y hambre,
y los laberintos, raíces de árboles,
coagulan su savia entre derrote y suicidio?

Cadenas enmohecidas hilan penumbra en las luces
así es como los tonos oscuros vencen a los blancos:
palomas de la paz con picos cabizbajos.

¿Dónde se reparan los sueños rotos, o por dónde se
pueden rematar las vetustas desgarraduras
sin que los costurones no añadan más dolor ni tristeza?
¿Sabe alguien dónde anidan las carencias y los miedos?

Tal vez sedosas caricias de viento,
la inexistencia de picaduras que lastimen,
la sensación que nunca culmina tras un beso,
sean el antídoto preciso para cerrar interrogantes.
Es posible que la culpa sea creer en los pecados,
y solo en ese espacio ilimitado purguemos toda pena.

Podría ser el amor morada de reparo y, sin embargo,
solo éste logra hacer sostenible el trayecto
hacia ese holgado tajo por donde se precipitan
los no resignados que repudiaron el mundo
tras miradas ausentes en sus ojos amputados.

Si solo el amor es apto para hacer finito el infinito.
Y el tiempo no consigue obediencia de fe sonámbula,
como último me cuestiono:
¿Quién volteó mi reloj de arena, apresurando mi marcha?




Madrid, 8 de noviembre de 2010
cristina garcía barreto.

17 comentarios:

La Solateras dijo...

Es un poema denso y complejo que trasluce un estado anímico de una cierta tristeza y, sobre todo, un recuento íntimo.

Hay un verso que me parece muy acertado y que tal vez en él residan las respuestas a casi todas tus preguntas:
Es posible que la culpa sea creer en los pecados. Intentemos perder esa fe.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Querida Cris:

¡Vaya poemón!
Cuestionas tantas cosas... se hace muy difícil hallar las respuestas.
Solo una mente pensadora y sensible
tiene tanto trabajo como la tuya.
En general utilizas un lenguaje sencillo con brillantes metáforas
pero el fondo del poema da para mucho Cris. Ya lo creo. Es denso
inteligente, humano...
¿Dónde se reparan los sueños rotos? Qué bonito y cómo responder.
Pordría ir desglosando tu poema verso a verso y estar toda una vida sin darte respuestas convincentes, solo teorías. Porque yo también me hago las mismas preguntas muchas veces Cris.

Te felicito, me dejas pensando a la vez que encantada porque a través de ti, y algunas pocas personas más que conozcoveo, veo y aquí constato que el ser humano existe.

Gracias y enhorabuena.

Miles de besos de tu amiga.

Maite.

ralero dijo...

No hay respuestas. La arena del reloj no es más que un espejismo. Memento mori.

Besos.

ralero dijo...

Por cierto, coincido en que es un magnífico poema. Más besos.

Anónimo dijo...

Querida Cris:

La verdad es que coincido con todos los compañeros contertulianos.
Me he quedado como la imágen, muy bien seleccionada por cierto. Es decir, en el fondo es tan complicado intentar entender la vida que mejor vivirla sin profundizar en ella, de lo contrario, nos dejará muchos interrogante oprimiéndonos la cabeza. Sé que no es fácil, pues yo soy el primer comecocos que conozco. Tal vez solo intento convencerme a mi mismo.

Buen poema y muy inteligente.
Te felicito como siempre "pensadora".

Mis besos sinceros y toda mi amistad.


Javier.

Anónimo dijo...

Hola Cristina:

Magnífico poema.
Me has tocado, precisamente ahora, me has tocado y de lleno.
Admiro tu capacidad literaria y tu calidad humana.
Lo he leído y releído y me siento el protagonista de todo cuanto cuestionas.
Bien Cristina, bravo.

Un abrazo.

Jorge.

Anónimo dijo...

Querida Cris:

He leído los comentarios y creo que en todos hay cosas muy positivas.

A mi, particularmente, me han impresionado tus letras. Este texto tiene unas metáforas muy relevantes por significativas e inteligentes.
Hacer un análisis minucioso y pormenorizado de tu poema me llevaría horas. Pero no creas por ello, que no he captado -desde mi entender- qué és lo que transmites, que es mucho.
Te repito, como poema brillante.
Pero admíteme un consejo, cambia tus telares y vive que son tres días, y calculando tu edad, ya han pasado dos.

Besos Cris con toda mi admiración, respeto e inmenso cariño.

Encarna.

Anónimo dijo...

Perdona Cris:

He cometido un pequeño error matemático: la vida son tres días y te quedan dos como mínimo, así pues que a disfrutarlos.

Más besos.

E.

Anónimo dijo...

Precioso poema lleno de interrogantes, como su título indica.
Porque, no es lo mismo preguntar que interrogar. La pregunta, es algo superficial pero el interrogante, solo procede de una reflexión. Y las reflexiones abren caminos, pero cierran puertas, aunque parezca contradictorio.
Difícil es cambiar los esquemas vitales por nosotros mismos, pero por el contrario, es fácil que las circunstancias los hagan variar.
Los sueños....Ya me gustaría tener esa respuesta, para recomponer los que se han ido quedando tirados, o rotos.
Y razón tienes, si, solo el amor en el más amplio sentido de la palabra, hace llevadero el camino, pero también es un sueño, o una utopía. Además, no siempre controlamos los tiempos.
Cuantas más veces leo el poema, más me gusta. Es precioso y profundo.
Recibe un fuerte abrazo de María Jesús

doctorvitamorte dijo...

Magnífico, Cristina...
Eso mismo me pregunto yo ¿quién volteó mi reloj de arena?

Marisa dijo...

Querida Cris,
no lo cuestiones tanto
el amor es morada
y en él hay que seguir
creyendo.

Mil besos

MarianGardi dijo...

Mi querida Cristina, la vida es solo un momento, mientras la pensamos sucede.
No hay que cuestionarse demasiado para no enloquecer de dolor y cansancio. Es mi humilde opiniòn!!

A donde irán las aves
cuando en tropel
buscan refugiarse
de las tormentas
del verano?

En lontananza el Sol
brilla desnudo mientras
yo me pregunto por qué
no me calienta si yo
muero de frío.

Me salio así de pronto.
Hay tantas pregunta sin respuesta querida Cristina.
¿Quién volteó mi reloj de arena, apresurando mi marcha?
Siempre somos necesarios en nuestros puestos de vigías.
Un fuerte, calido y amoro abrazo!!

M. Angel dijo...

Cristina,la vida está llena de preguntas sin respuesta, adentrate en tu alma y ella contestará. Piensa, y no te dejes llevar por la tristeza, aparta las penas y los luceros todos iluminarán tu corazón.

No dejes la mente nada destruya, ni tu corazón sufra de amores. Deja los vientos acaricien tu cuerpo, y la brisa suave bese tu boca.Y sueña niña, sueña, y verás un mundo lleno de colores.

Abrazo fuerte y sincero

M. Ángel

Manuel dijo...

Querida Cris: casi siempre la respuesta está en el origen. En este caso también. Y el origen es el comentario de Solateras, acertado como ella misma.

Y yo te añado:

"¿Dónde se reparan los sueños rotos, o por dónde se
pueden rematar las vetustas desgarraduras
sin que los costurones no añadan más dolor ni tristeza?
¿Sabe alguien dónde anidan las carencias y los miedos?".

Amiga mía: los sueños rotos no se reparan, se asumen. Lo que si es fácil es saber donde anidan las carencias y los miedos: anidan justo en tu cerebro. Y anidan, desgraciadamente, como sentimiento de culpa.

Es decir, te has obligado a sentirte culpable de tu historia. No protagonista, no, como sería normal. Culpable, que es, creo, uno de los sentimientos más perniciosos que podemos albergar.

Pero hay más.

"Es posible que la culpa sea creer en los pecados,
y solo en ese espacio ilimitado purguemos toda pena".

Tu sabrás cuales son tus pecados. Pero sabe, también, desde ahora, que esas culpas no se purgan. Se asumen, se absuelven, pero no se borra el pasado.

Poco a poco, querida Cris. Nada se hizo en un día.

Un beso.

Luisa Arellano dijo...

Hola Cris, te encuentro llena de interrogantes ¿qué haría el ser humano sin preguntas, sin cuestionarse todo y sin tener los porqués al borde del corazón? Unas respuestas se irán mostrando a lo largo del camino, de la vida... otras sin embargo se ocultarán por siempre. Nunca alcanzaremos el conocimiento total, pero podemos sentirnos felices con sólo intentarlo.

Un abrazo y muchos besos.

Anónimo dijo...

Querida Cris, los interrogantes, en muchas ocasiones, nos llevan al desasosiego. Creo que no deberíamos hacernos tantas preguntas y vivir la vida tal y como nos vaya viniendo.

"Si al final se destruye el patrón con el que quisimos vestir nuestra vida". Una frase realmente preciosa. No obstante, creo que ese patrón no se destruye del todo jamás. Sólo los vencidos desisten de su sueño creado. Todos los demás seguimos en la lucha continua de conseguirlo, a pesar de todos los avatares que nos van surgiendo.

En este maravilloso poema también hablas de la reparación de los sueños. Cris, los sueños rotos no tienen reparación. En un cuento mio titulado EL LADRÓN DE RECUERDOS, publicado en la "Revista Tirano Banderas", hablo de ello.

Un besito.

Mila

Cris Gª. Barreto dijo...

Queridos y estimados todos:

Os doy las gracias sinceras por vuestra valiosa intervención en esta entrada.
Debo hacer un inciso: este poema no está escrito desde la perspectiva personal de la autora, sí, desde la visión personal de la misma ante "interrogantes" de índole universal que se cuestiona.

Mil gracias por vuestra intervención.

Besos y abrazos,
Cris.