lunes, 15 de abril de 2013

¿Cuándo seré yo?

Mis pasos jamás dejaron huella para nadie, por más que anduve por muchos lares. Mis besos lacrados tampoco retuvieron un amor que justificase mi soledad. Solo obtuve palabras hirientes, ésas que transgreden y producen frío en el alma. Nunca logré ser insensible al desafecto, tal vez porque persigo de forma inconsciente los sueños. Mi amor nunca fue amor para nadie. Mi vuelo no se sostuvo en el aire. Mis alas quedaron prendidas en las agujas de un tiempo insostenible, cayeron. Aparece una fuerza que me cala el pulso. Es la dura transición entre la realidad y el sueño, y aún así, parece como si nunca terminara de despertarme.

Casi aferrada al inconformismo, apelo prisas al futuro, así todos los días. Por contra, el fiscal que revisa mi vida emite fallos que me dejan dormida. Y así, tan dormida como una anatomía de plástico, sigo suplicando bendiciones de los dioses pese a que provengan de una religión decadente. Porque sé que jamás formularé plegarias a los cipreses, antes escribiría exequias en mi memoria. Acostumbro cerrar los párpados porque sé, éso sí lo sé, que así me llegará la poesía, sin que los errabundos fantasmales me alejen de mis letras. De la decadencia infértil de las esquinas, del sótano sin caricias, de las sombras que pintan de lluvia mi rostro, de las sillas vacías y vertiginosas, de los ojos que me detienen ante su ira – como un semáforo en rojo-.

Deambularé lejos de libros apócrifos, de amistades forjadas de cianuro.

¡Qué difícil ser yo en este mundo!



18 comentarios:

Alejandro Pérez García dijo...

Querida Cris:

Un texto intimista, todo conflicto, desgarrador y lleno de sentimiento que llega al lector para dejar en él un tatuaje de emoción. Tu maestría en la composición literaria es meridiana: Poesía expresada en prosa de gran discurso o Prosa poética perfilada en lienzos de imágenes y figuras estéticas. En cada entrega nos regalas situaciones que recordaremos durante mucho tiempo. Tus personajes, con frecuencia heridos, víctimas de un mundo incomprensible, nos sirven su inquietud y su dolor con tal urgencia, que cala en la profundidad. Esa es la función más excelsa de la mejor Literatura. Tú la consigues siempre. Enhorabuena.

Un abrazo.





Cris Gª. Barreto dijo...

Mi querido Alejandro:

Si el hombre supiese agrader en la medida que exige, este mundo sería muy distinto.

Realmente si alguien merece ser halagado como escritor eres tú; si alguien merece ser digno de tu amistad son las personas de buena fe.

Si alguien merece lo mejor también eres tú.

Si alguien merece el espléndido comentario que me has dejado, casi dudo que sea yo. Pues con toda humildad me rindo ante tus palabras y, a la vez, has conseguido que me resista a secar la tinta de mis letras.

Desde este encuentro de pensadores quiero homenajearte y pediar a quien lea esto que se acerca a tus palabras (tu blog).

No sé cómo expresarte mi más profundo agradecimiento. Me has dejado muda. Eres un gran maestro, y yo, tan solo una aprendiz.

Vuelvo a dar gracias a Dios por haberte conocido.

Seguiría pero me quedaría corta.

Gracias mil.

Recibe un sentido abrazo unido a la gran admiración que siento por ti.

Cris.





Anónimo dijo...

Querida y admirada Cristina, acabo de leer el poema que has escrito,
recién salido del inmenso dolor que da la vida, engrandecido por el fulgor de tu propia naturaleza literaria. Queda lejos de lo narrativo.
!Poesía pura, salida de tu alma! Es con mucho lo mejor que te he
leído. Me has emocionado y volveré a leerlo otras varias veces.

Un beso.

J.L.M.

Masunodos dijo...

Escribir así lo considero un super esfuerzo intrínseco y mental agotador... Me has hecho emocionar a la vez que deleitarme con tanta calidad... Admirable parece que no tengas límite a la hora de hacer poesía de calidad, bravo.

Cris Gª. Barreto dijo...

Estimado JLM:

Soy yo quien te admira.
Ya te contesté vía e-mail.

Gracias de corazón por este comentario que me dejas.

Otro sentido beso para ti.

Cris.

Aclaro: algunos personajes públicos debido a las innumerables tareas que les ocupan, generalmente, no pueden corresponder con comentarios. Es por ello, que en este caso, acordamos no poner el nombre completo solo la iniciales.

Cris Gª. Barreto dijo...

Estimado Manu Cueva Poveda:

Me acabo de pasar por tu blog y me ha parecido un canto celestial.

Si bien agradezco de todo corazón el comentario que me dedicas, permíteme decirte que eres de lo mejor que he escuchado en poesía. Así pues, soy yo la que te envía un bravo por tu elevado nivel literario.

Eres grande amigo. Felicidades y muchas gracias por acercarte a este humilde rincón literario.

Abrazos sinceros, Cris.

Anónimo dijo...

Querida Cris:

¿Cuándo seré yo? Difícil pregunta para obtener respuesta.

¿Quién soy yo? Sería otra pregunta complicada unida a la anterior.

Creo, que ninguna de las dos tiene una respuesta totalmente satisfactoria, por tanto, tampoco podemos esperar recibir lo que deseamos, ni los demás interpretarán que les damos lo que desean.
Es un tira y afloja complicado. Aunque algunos, tiran con más fuerza hacia su terreno.

Recibe todo el cariño de,

Mª Jesús

Cris Gª. Barreto dijo...

Mil gracias mi estimadísima María Jesus por tus palabras. Pronto te respondo.

TQM, Cris.

Cris Gª. Barreto dijo...

Mi querida María Jesús:

Bien cierto es que la respuesta es complicada. Desde que nacemos estamos condicionados a una serie de normas sociales y familiares. Es decir, se nos priva de la libertad de manifestación individual en muchísicas cuestiones. Nunca me ha gustado la uniformidad, esto creo que resta protagonismo al yo personal. Obviamente, los que tiran con más fuerza son los que sojuzgan a todo un pueblo no a un solo individuo.

Dentro de todo, al menos, podemos manifestar lo que pensamos, pero nos toparemos con la muralla de la pluralidad de las gentes que parecen clones del dogmatismo que impera. Ese síndrome dogmático casi siempre lo es también pragmático.

Es por ello que digo: qué difícil ser yo en este mundo.

Tú respuesta, la cual te agradezco de todo corazón, es sabia como todas las que siempre he recibido de ti.

Disculpa mi tardanza en contestar.

Recibe toda mi estima y profunda admiración.

Besos, Cris.


Mila Aumente dijo...

Querida Cris. Tu texto está lleno de sensibilidad y ternura. Describes los sentimientos de la protagonista con una narrativa, clara, sencilla y muy emotiva. Además de demostrar, una vez más, tu destreza de escritora consolidada.

Tienes toda mi admiración y mi cariño.

Besitos.

Cris Gª. Barreto dijo...

Mi queridísima Mila:

Tu comentario me ha conmovido, y mucho además.

Verás, lee mi respuesta a nuestro amigo Alejandro Pérez, tómala como tuya también. Así lo siento cielo.

Te darás cuenta de cuánto te admiro y estimo en todas tus facetas.

Besos con todo mi cariño y gracias, mil gracias por pasar por este humilde rincón que bien sabes es tu casa.

Tu amiga incondicional,

Cris.

Alejandro Mulkay dijo...

Interesante y cautivadora manera de narrar...felicidades.
Saludos desde Puerto Rico,
http://alejandromulkay.blogspot.com/

laura mendez dijo...

Asi, por un momento casual, he leido tus palabras....cuanto sentimiento encierran y que recuerdos lejanos de aquella amiga y compañera, hoy me he deleitado leyendote y me alegra mucho ver donde estas hoy. Mucho tiempo ha pasado pero te recuerdo como ayer....muchas felicidades Cristina, un abrazo muy fuerte desde esta isla.

Cris Gª. Barreto dijo...

Estimado Alejandro Mulkay:

Agradezco muy sinceramente las palabras que me dedicas; decirte también que lamento la tardanza en responderte.

En cuanto pueda me paso por tu blog, estoy deseando leerte.

Gracias nuevamente y un atento saludo para ti.


Cris.

Cris Gª. Barreto dijo...

Estimada Laura:

Si la memoria no me falla, tú debes ser la amiga que tenía en TFN.
En cualquier caso tus palabras me han emocionado.
Seguimos en contacto.
Si estás en FB, pf, dime cómo buscarte, así podría enviarte mensajes privados.

Besos mil para ti.
Con estima, Cris.

Rita Morrigan dijo...

"Solo obtuve palabras hirientes, ésas que transgreden y producen frío en el alma. Nunca logré ser insensible al desafecto, tal vez porque persigo de forma inconsciente los sueños" Querida amiga, creo que es justo decirte que estos versos han conquistado el corazón soñador de una tozuda optimista.

Cris Gª. Barreto dijo...


Mi querida Rita, celebro muy sinceramente que hayas participado en este blog, considéralo como si fuese tu propio espacio.

Me he recorrido gran parte del tuyo y es toda una joya literaria de alto brillo.

Gracias mil por leerme y permitir que te lea.

Besos sentidos de tu amiga, Cris.

Unknown dijo...

“¿Cuando seré yo?”

Esta es la pregunta que le da título a uno de los más bellos poemas de Cristina García Barreto. La pregunta del yo lírico de la poetisa encadena la existencia de múltiples problemas de la condición humana. La pregunta por el ser es el interrogante más incisivo del ser humano. “Seré yo” significa que aún no soy. Decía Carl Royer que no somos seres acabados, que siempre “estamos llegando a ser personas”, en línea hacia el futuro.

Aquí el beso con los labios cerrados connota que por muy grande que sea la soledad, si no hay amor, no se justifica entregar el alma (la vida) en ese supuesto acto de intimidad. Mirando hacia el pasado, no encontramos en el poema la huella de que el alma de la poetisa hubiese tenido algún remanso en los brazos de alguien. El amor cuando vuela pude triunfar o perder. Ver las “alas prendidas en las agujas de un tempo insostenible” nos remite a la experiencia de la “caída trágica”, al escenario de la derrota, del fracaso, según la visión aristotélica del “destino”. De modo que lo sigue es el cuadro íntimo de un ser escindido, con “una anatomía de plástico”, sin Dios, ni dioses, en medio voces y miradas insultantes, de lugares ingratos y de una soledad inconsolable.

Tal parece que a la poetisa la corroen hasta las amistades que traicionan, y solo le queda la lealtad de la poesía.

En la búsqueda del sentido, tal vez aquí se cumple aquello que sostenía Wolfan Goethe: “El ser humano que no tiene la religión, ni la ciencia, le queda al arte como tabla de salvación”. Finalmente, todos alguna vez, hemos dicho poblados de incertidumbres: “¡Qué difícil ser yo en este mundo!”. Saludos, recuerdos.