viernes, 17 de septiembre de 2010

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Si la obcecación
dejase caer nuestra amistad
como lo hacen las hojas en otoño
Y si con el arranque del reproche
las pisásemos con vigor
hasta enterrarlas bajo tierra
¿Qué nos quedaría?


Madrid, 17 de septiembre de 2010
cristina garcía barreto.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida Cris:

Qué bonito poema.
Distinto, siempre distinto, pero realmente bueno. Todos tus poemas son muy buenos, llegan al corazón y también a la mente, siempre me dejas en el ejercicio de la reflexión.

Cuántas cosas dices en tan solo siete breves versos.
Qué síntesis sobre la amistad y las dudas que esta, en ocasiones suscita.
Jamás seré hoja de otoño. Quiero estar viva y frondosa para ofrecerte mi amistad.

Gracias Cris por este regalo.

Mil besos obcecados en nuestra amistad.

Maite.

Anónimo dijo...

Querida Cris:

Que concisión tan profunda.
Cómo se devalúa la palabra amistad hoy día. Sí todos somos amigos y, en realidad, somos salvajes hipócritas en la jungla.

Me encanta todo lo que escribes en cualquiera de sus formas porque siempre siempre llegas...y muy profundo.

Precioso poema lleno de alma.

Besos.
Javier.

Anónimo dijo...

Estimada Cristina:

Un poema escueto y denso a la vez. Con palabras sencillas pero muy inteligentes.
Con un final interrogante donde subyace, a mi entender, el miedo a la pérdida de la amistad.

Tienes grandes valores de lo que significan muchos sentimientos.

Eso te hace ser tan persona como poeta. Con la mejor cualificación en ambas cosas.

Me ha llamdo la atención las palabras de Javier. Porque la amistad está muy devaluada y a la primera de cambio le damos la espalda, aún a sabiendas de que es el mejor don.

Me dejas, pese a mis años, en estado de reflexión y también de admiración hacia tus múltiples registros.

Recibe un cordial y afectuoso abrazo.


Ángel G.

Anónimo dijo...

Mi querida Cris:

Yo creo que solo quedaría un vacío en el alma cuando realmente nos referimos a amistad.

No deseo ser hoja de otoño para ti, porque eres de las mejores amigas que jamás haya tenido.

Ni sé cómo me aguantas.

Este poema es como un timbre, una alerta que nos despierta para no dejar de cuidar a los amigos.

Gracias cielo por tus palabras, me quedan registradas en el corazón.

Así, sin rodeos, de forma directa y con la sensibilidad que siempre me has demostrado, qué grande eres.

Me ha encantado este poema mensaje. Y estaré alerta para cuidar más a los amigos, sobre todo a los especiales como tú.

Te felicito.

Con todo mi amor hacia tí.

Encarna.

Mari Carmen Azkona dijo...

Querida Cristina, se habla mucho sobre amistad, incluso se intenta buscar una definición...Imposible, los sentimientos no pueden atraparse entre las palabras de un diccionario. Cada uno tenemos, según nuestras percepciones, las bases en las que deben sustentarse. Desde luego una relación basada en reproches tiene poco porvenir.

Hay una hermosa canción en Euskera que para mí es la imagen de lo que debería ser la amistad. Es una canción sencilla, apenas una estrofa y un estribillo. La canción dice que si le cortáramos las alas a un pájaro, sería nuestro, no huiría...pero ya no sería un pájaro. Para mí la amistad es como esa canción. Tiene haber cariño, respeto y libertad.

Quizás esta entrada no tenga la fuerza y complejidad literaria de prácticamente todos tus poemas, pero es una bonita reflexión sobre la amistad. Gracias por compartirla.

Besos y abrazos.

Anónimo dijo...

Hola Cristina
Profunda reflexión, como todas las tuyas.
En la verdadera amistad, debe de existir sobre todo, reciprocidad y equilibrio.
Siempre se dice, que en toda relación humana, una de las dos personas da más que la otra, pero posiblemente la amistad es la más equilibrada de todas, y cuando es sincera, permanece sin afectarle el paso del tiempo ni los otoños.
Si sus hojas caen, es porque no es auténtica amistad.
Breve y bello. La belleza, la da la persona, pues siempre nos reflejamos en aquello que decimos o escribimos, por supuesto añadido a la calidad, como en esta ocasión y siempre en todos tus poemas.
La brevedad, la da la inteligencia y su capacidad de síntesis.
Hasta yo lo aprecio, siendo profana, lo que significa, que es muy evidente.
Te envío un fuerte abrazo
María Jesús

Cris Gª. Barreto dijo...

Mi querida Maite:

No, no seas hoja de otoño, yo también deseo cultivar nuestra bonita amistad.

Me ha encantado tu entrada y como siempre digo que el poema te haya llegado.

Te agracezco amiga tus palabras.

Un beso sincero muy sincero,
Cris.

Cris Gª. Barreto dijo...

Hola Javier:

Efectivamente: Amistad, palabra devaluado por tanto uso y poco entendimiento de su importante significado.

Me aúno a tus palabras.

Gracias amigo.

Un beso,
Cris.

Cris Gª. Barreto dijo...

Estimado Ángel G.:

La prosperidad hace amistades, y la adversidad las prueba. Cuando se debe demostrar esta alianza, que libremente escogemos, muchos a la primera de cambio salen pitando.
Y, por consiguiente, pierden ese preciado don.
Ya hasta entre hermanos,los cumpleaños se felicitan por sms e incluso las navidades.
Ahora que parece que los recursos son más, vamos a menos.
El egoísmo domina y el "no tengo tiempo" deja mucho cariño en la cuneta.
Agradezco y valoro tu entrada, esta vez te veo más cercano por más expresivo.

Recibe igualmente un cordial y afectuoso saludo,
Cris.

Cris Gª. Barreto dijo...

Querida Encarna:

Como le he dicho a Maite (palabras que ambas utilizáis), te contesto lo que a ella: jamás serás hoja de otoño, y añado: salvo que tú quieras que el viento te aleje.

Pues sí dando respuesta al final del poema nos quedaría un vacío en el alma pero que luego vivirían en el recuerdo, porque a un amig@, nunca se olvida. Esto siempre y cuando estemos utilizado la palabra con la dignidad que merece su significado.

Y, sí, tengo que soportarte, eres un poco hipocondriaca y pesada, me libro de no ser alumna tuya...
Es broma.

Gracias amiga por dejarme estas bonitas palabras.

Muchos besos con todo afecto,
Cris.

Cris Gª. Barreto dijo...

Querida Mari Carmen:

Llevas mucha razón, en ocasiones, no existe la palabra exacta que dé significado a muchas cosas, entre ellas, los sentimientos.
Verás esta reflexión esconde metáforas y donde digo -reproches- eso puede suponer algo menos evidente y, por tanto, subsanable.

La canción que en Euskera que mencionas es muy elocuente y bonita. Me encantan tus comentarios porque siempre aportas valores añadidos y eso amiga es de agradecer. Obviamente a los amigos los elegimos libremente y libres son, no conforman un matrimonio (en algunos casos sí, pero hablo de amistad genérica sin lazos contractuales), pero ojo, que para mi la amistad es un contrato de otra índole, es decir, el contrato de la palabra que conlleva a ejercitar la obligación y el derecho de dar sin recibir o recibir sin dar. Independientemente, de muchas otras cosas. Y te explico, en mi humilde forma de ver las cosas: "La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas". Esto decía Aristóteles y yo lo comparto.
Fíjate que si, en ocasiones, no estamos conformes ni con nosotros mismos, y debemos ejercitar la meditación para equilibrar nuestra salud física y mental. ¿Cómo no reñir con un amig@? Eso sí, existen puntos de divergencia insanables. Es ahí cuando la amistad se rompe y se sufre porque pierdes una parte de tí, casi vital, me atrevo a decir.
La familia es como una especie de dote de linaje que nos viene por inevitable añadidura a nuestra vida sin posibilidad de elección,
incluyo a los hijos.
El poema tiene es como una moneda de dos caras, y resulta complicado saber qué viene detrás de la pregunta que lo cierra. Es un enigma. Que cada cual libremente interpreta. Ya no es mío. Ahí queda.
Quizá no tenga fuerza ni complejidad literaria, no lo niego. Y recogo complaciente toda crítica constructiva y lo agradezco muy de veras.
Pero amiga: ¿cómo se puede cualificar el peso que a mi alma resté cuando lo escribí?

Agradezco enormemente tu comentario, es todo un placer para mi verte en este espacio y eso lo sabes.

Recibe un beso y abrazo muy afectuoso,
Cris.

N.- Me encantó tu último relato. Te felicito.

Cris Gª. Barreto dijo...

Estimada María Jesús:

Sabes que siempre he admirado y admiro tu enorme capacidad de análisis para con todo lo que escribo, y me sigues sorprendiento muy gratamente, pero mucho.
Dices: "Siempre se dice, que en toda relación humana, una de las dos personas da más que la otra, pero posiblemente la amistad es la más equilibrada de todas, y cuando es sincera, permanece sin afectarle el paso del tiempo ni los otoños".

Qué realidad tan absoluta.

Entre otras palabras añades: "Si sus hojas caen, es porque no es auténtica amistad".

Cierto, pero si alguno de los contratantes de esa amistad (partiendo de que para mi la amistad es un contrato en teoría inquebrantable y por ende indisoluble) está dispuesto a podar alguna rama...Quién sabe si podría ser sostenible. Porque en la verdadera amistad no cabe el rencor.
Es más que evidente que si una de las partes no perdona y la otra no poda sus equívocos, se rompe todo contrato y la respuesta al último verso del poema no sería nada alagüeña.

Que te autodenomines profana, cuando has llegado a mí con una inteligencia descomunal, eso amiga, con todos mis respetos, me covertiría en otra profana. Y ambas sabemos que no lo somos. Pero tu humildad y hablidad para manifestarte y querer pasar desapercibida, te enriquece más aún, si cabe.

En la respuesta al anterior coment de nuestra estimada Mari Carmen he dejado las referencias de lo qué es para mi la amistad. Está claro que es mi criterio y no hay porqué compartirlo.
También hablo de lo complicado que resulta cualificar las palabras porque los sentimientos no tienen peso ni precio. Siempre hablo de cómo veo las cosas desde mi más humilde criterio.

Recibe todo mi agradecimiento por tu tiempo; tus palabras y por seguirme.

Un fuerte abrazo de afecto y admiración,
Cris.