Jamás aguardo promesas si intuyo que manan de la rabia del duelo o del fracaso.
Colgué mis oídos dentro del armario. Allí las palabras no llegaban, era el parapeto más simple, el que descomponía mi rostro ante la esperanza, también escondida en el túnel de la cara oculta de la noche.
Pese a ello, aliñé el amor con valentía y al cariño lo amparé en el arcón de mis venas sin preocuparme por un ictus repentino. También acopié los rescoldos del pasado en el sótano del olvido.
Fabriqué entre el exterior y mi sustancia una zanja cortafuegos, por temor a que el verano levante el asfalto y me atropelle la soledad o el miedo.
Arrinconé mis labios en el silencio pero sé que ellos, en secreto, cruzan las rendijas de puntillas y huyen hacia tu boca.
Siempre quise aprender música, pero sigo sin distinguir el runrún del canto felón de la canción probada. Quisiera que las sinfonías pudieran unirse y desaguar emociones en mareas armónicas. Y así mis ojos disciernan entre el pesar de un corazón socavado o la piel de un cuerpo intangible.
Me veo forzada a recurrir al adivino de la varita fatigada y su amigo búho de mordaz mirada para que saque de su puchero, hervidero de sueños, partituras de abrazos.
Si remedio me da el adivino…
Será cuando sienta que mi boca también besa pese a estar en silencio.
Colgué mis oídos dentro del armario. Allí las palabras no llegaban, era el parapeto más simple, el que descomponía mi rostro ante la esperanza, también escondida en el túnel de la cara oculta de la noche.
Pese a ello, aliñé el amor con valentía y al cariño lo amparé en el arcón de mis venas sin preocuparme por un ictus repentino. También acopié los rescoldos del pasado en el sótano del olvido.
Fabriqué entre el exterior y mi sustancia una zanja cortafuegos, por temor a que el verano levante el asfalto y me atropelle la soledad o el miedo.
Arrinconé mis labios en el silencio pero sé que ellos, en secreto, cruzan las rendijas de puntillas y huyen hacia tu boca.
Siempre quise aprender música, pero sigo sin distinguir el runrún del canto felón de la canción probada. Quisiera que las sinfonías pudieran unirse y desaguar emociones en mareas armónicas. Y así mis ojos disciernan entre el pesar de un corazón socavado o la piel de un cuerpo intangible.
Me veo forzada a recurrir al adivino de la varita fatigada y su amigo búho de mordaz mirada para que saque de su puchero, hervidero de sueños, partituras de abrazos.
Si remedio me da el adivino…
Será cuando sienta que mi boca también besa pese a estar en silencio.
Madrid, 27 de julio de 2010
cristina garcía barreto.
16 comentarios:
Cris. Es precioso. Escribes muy bien. Me identifico mucho con tus sentimientos. Creo que podríamos hacer poemas juntas. Escribe uno para ponerlo en mi blog. Disculpa que ultimamente no te visiote tanto. No visito blog. Me agobia ver tanto trabajo y no tener las suficientes ganas. Pero no te olvido y te quiero amiga. Espero que estés bien. Besos
Querida Milagros:
Justo me pasa lo mismo, máxime ahora en verano que tengo al peque que me absorbe un 95 % del tiempo. A penas duermo seis horas, estoy agotada.
Así pues, discúlpame tú también a mi.
Sí, sabes que siempre nos hemos identificado y eso nos ha llevado a mantener una amistad inquebrantable. No hablo sólo de poesía, me refiero a nuestras ideas en general.
Por supuesto que te escribo un poema para tu espacio y si tú cuando puedas haces lo mismo para el mío, pues encuentro de pensadores cogerá más unidades en calidad poética.
Gracias amiga.
Besos para ti.
con afecto,
Cris.
Srta. Barreto:
En mi opinión la magia de la varita reside en su pensamiento.
Le felicito.
Un cordial abrazo.
Ángel G.
Hola Cris:
Leerte ha sido como un film, me has alejado de cualquier otro pensamiento.
Yo tambén necesito a ese adivino, pero de verdad. La diferencia es que tú te lo iventas y haces con tus palabras cualquier montaje excepcional, sin necesidad de adivino. Porque es más que elocuente que para adivina estás tú.
Gracias Cris por transportarme desde el drama solitario de una ciudad de hormigón a la pócima que revive a los sueños.
El arcón de la vida tanto real como de ficcición bien cierto es que habita en tus venas.
Felicidades mi querida amiga por este logro.
Besazo.
Maite.
Buenas tardes, Cristina.
Las promesas se hacen a veces, para querer resolver y dar la vuelta a una situación que creemos perdida. Es una estrategia más en el juego del amor.
Y por ser un juego, o un tira y afloja, para algunos, las promesas no suponen ningún tipo de compromiso. Simplemente es, querer ganar tiempo.
Y para quién las escucha, son una necesidad, ya que desea o deseamos convencernos de que esta vez, si se van a cumplir las promesas.
¿El adivino? La intuición y el tiempo.
Felicidades una y mil veces, Cristina. Tus recursos literarios e intelectuales son envidiables.
Recibe un fuerte abrazo de María Jesús
Hola Cris:
Un rápido comentario.
Esta prosa me parece sublime.
Estás hirviendo en calidad, espero que nunca se derrame tu gran capacidad literaria del cazo que llevas dentro.
Felicidades sinceras.
Mil besos cielazo.
Encarna.
Hola Cristina:
Gran texto literario.
Saludos cordiales.
Jorge.
Hola Angel G.:
Gracias por sus palabras.
Saludos cordiales,
Cristina.
Querida Maite:
Precioso comentario.
Te quedo muy agradecida.
Un beso muy fuerte para ti.
Cris.
Querida María Jesús:
Un placer leerte. Tus análisis siempre profundos e inteligentes.
Aportas mucho valor añadido a mis textos.
Gracias de corazón.
Un gran hallazgo conocerte.
Con todo el cariño,
Cris.
Gracias Encarna,
intentaré que no se evaporen mis pensamientos y sentimientos.
Precioso comentario.
Un beso muy fuerte para ti,
Cris.
Hola Jorge:
Tomo con sumo agrado tu comentario.
Saludos cordiales para ti,
Cristina.
Welcome friend Cabap:
Thanks for your words.
Hugs and kisses from your friend,
Cris.
Querida Cris:
Genial prosa poética.
Eres un pozo sin fondo.
Tí sí que eres la varita de los sueños.
Solo con el toque de tus palabras nos dejas tan despiertos, reflexivos, que luego soñamos profundamente.
Sigue así y nunca decaigas. Aunque superar lo que escribes es muy difícil.
Besos de corazón.
Javier.
Querida Cristina, no sé si habrás conseguido del mago el remedio que anhelas...Lo que si tengo claro, es que del búho has conseguido la sabiduría que se adquiere al sondear la naturaleza y el alma humana con observación, meditación e imaginación.
Hermosa prosa...para soñar.
Besos y un fuerte abrazo.
Hola Mari Carmen:
Verás, amiga, tú ya sabes que soñar, pues bueno, no cuesta nada. Pero ser soñadora ilusa cuesta mucho. Por tanto, escribo siempre desde el corazón y la mente pero con aliño, en ocasiones, de la imaginación. Qué sería de los escritores si no tuviésemos imaginación, pues que no despertaríamos la mínima atención en ciertos poemas. Esto no es una norma, en muchos no aplico en absoluto la imaginación de la historia básicamente sí la de la forma de escribirla que es distinto. Pero si consigo la sabiduría del búho, imagínate la de pócimas literarias que metería en este puchero, que bien sabes es tu casa, y siempre que vienes me das una enorme alegría.
Gracias amiga.
Otro beso y abrazos llenos de afecto para ti,
Cris.
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