jueves, 3 de junio de 2010

¿Demencia… progresiva?

Le pregunta un niño a su abuela:
- ¿Por qué tomas cucharadas de azúcar?
Ésta le responde:
- Porque mi vida ha sido muy amarga.
Le contesta el niño:
- Pero si tienes alzheimer, ¿cómo puedes saberlo?
Ella le dice:
- Porque jamás todo se olvida.
Insiste el niño:
- ¿Dime abuela qué es lo que recuerdas?
La anciana duda y le pregunta:
- ¿Qué es recordar?
El niño, muy triste, concluye:
- Nada abuela, recordar es azúcar.


Madrid, 3 de junio de 2010
cristina garcía barreto.

26 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida Cris:

Me has dejado consternado.
Qué principio y qué final que cierra en círculo la impotencia de una abuela enferma y la de su nieto que intenta ayudarle. Un niño prodigio, por cierto, pues se da cuenta de que no existe solucíon al problema y sólo ve que debe, muy a su pesar, dejar que así concluya la vida de una persona a la que quiere.

Con qué sencillez escribes un mini-relato pero con qué profundidad de contenido.

Otra sorpresa Cris. Otra más.

Cómo te admiro. No sabes cuánto.
Eres tan profunda y sensible que llegas a tocar corazones inertes.

Besos amiga y muchas felicidades.
No sé, supongo que sí, si eres realmente consciente de lo bueno que es tu texto. Así tan aparentemente como quien no quiere la cosa, a mí me has hecho llorar.


Javier.

Anónimo dijo...

Mi querida Cris:

Siempre se me adelanta Javier, y, otra vez, me "roba" las palabras.

Acabo de llegar de Alicante, he leído tu anterior poema: Un instrumento por concierto. Es formidable.
Pero mira, en éste último, mi estómago se encogió, pese a ser tan corto, es muy enternecedor.

Mi imanizo a tu corazón amiga y no pienso despegarme.

Eres grande.

Recibe mi felicitación por todo cuanto escribes.

Besos pequeña y un abrazo eterno.


Maite.

Anónimo dijo...

Estimada Srta. Cristina:

Extraordinario. Felicidades.

Un abrazo.

J.R.

Anónimo dijo...

Buenas noches, Cristina

Tan sencillo y tan profundo.
Solamente el sentido aparente, el más superficial, si nos quedáramos allí sin querer ir más allá, ya es importante y bonito por la ternura que desprende la relación entre la abuela y el nieto en esas circunstancias.
Pero, voy a prestar atención al último párrafo. Efectivamente, recordar es azúcar. Nuestra memoria, nos lleva siempre a recordar lo bueno y a olvidar lo malo.
Por eso "todo tiempo pasado, fue mejor"

Enhorabuena, Cristina. Para explicar lo que has escrito en tan poco espacio, se necesitarían, páginas.

Recibe un abrazo, María Jesús

Emilio Porta dijo...

Absolutamente maravilloso. Sólo puedo descubrirme ante un escrito como este. Y más, cuando el tema me toca en el fondo del alma pòr circunstancias vividas que no voy a explicar. Me ha emocionado. Un texto como este es no sólo una pieza de la mejor literatura. Es un trozo de vida, tan ipresionante, que sólo puedo decir que hay pocos textos que me hayan emocionado tanto en mi vida. Casi no quiero una respuesta por este comentario...no hay ni que agradecer que lo haya puesto. Soy yo, somos los demás, los que tenemos que agraderte haberlo escrito. Este texto, Cristina, sí que tendría que tener la mayor difusión. Este texto està tan entrocnado en la vida y tan bien y profundamente escrito, con las palabras justas, las necesarias, que, incluso la alabanza te tiene que dar igual. Haberlo escrito es el mayor premio.
Con afecto sincero y admiración por tu entrada.

Anónimo dijo...

Veo muchos comentarios de alabanza al texto, y a la autora que, sin duda lo merecen...pero me parece tan emocionante el fondo de esta entrada que, por una vez, no creo que sea tan importante alabar lo buena escritora que es la autora, que lo es, sino el haber llegado a la emoción profunda del contenido. Esta vez, perdona Cristina, me parece más importante resaltar la profundidad y emoción del texto que tu capacidad de escritora, que es lo que hago siempre con algunos de tus magnificos textos. Hay veces que el silencio y el respeto profundo es el mejor homenaje. No creo que, al poner este texto, buscaras las alabanzas de los comentaristas, sino mostrar - en una pieza literaria maestra, sin duda - un sentimiento profundo ante una situación que es el envés de la vida. Por eso, esta vez, no alabo tu capacidad literaria ni lo buena que eres, sino tu capacidad para captar una situación y transmitirla, con un final espléndido, al corazón del lector.
No me parece, ahora, tan importante, el análisis del niño, ni su inteligencia, ni que sea prodigio, etc.
Estamos ante una pieza literaria excepcional. Y una capacidad humana especial de recoger un hecho. No hace falta rodearla de más glamour, el texto habla por si solo. Te felicito, Cristina, tu texto es impresionante.

Jonathan

MarianGardi dijo...

El relato es una joya Cristina.
Tierno como ese niño.
Que verdad, recordar es azúcar para endulzar la amargura de esta abuela.
Muy bello este microrelato.
Un fuerte abrazo con todo mi cariño

Luisa Arellano dijo...

Felicidades por tu relato, Cristina. Está lleno de calidez humana, esa cosa que tanta falta nos hace...

Un beso enorme.

Cris Gª. Barreto dijo...

Hola Javier:

Agradezco tu comentario. Celebro que te haya llegado y emocionase.

Gracias por estar.

Un beso,
Cris.

Cris Gª. Barreto dijo...

Querida Maite:

Deseo que todo bien por Alicante.
Muchas gracias por seguirme y dedicarme tan bonitas palabras.

Besos de corazón,
Cris.

Cris Gª. Barreto dijo...

Hola J.R.

Gracias por tu entrada y por tu felicitación.

Recibe un cordial saludo,
Cristina.

Cris Gª. Barreto dijo...

Querida María Jesús:

Tus entradas como siempre tan cargadas de sabiduría. Eres una persona y lectora absolutamente admirable.

No sabes cuánto agradezco que participes en mi espacio.

Te envío todo mi agradecimiento y admiración.

Un fuerte abrazo,
Cris.

Anónimo dijo...

Este tema me ha recordado a mi abuelo que murió cuando yo era un niño y todavía recuerdo su sonrisa y su mano en mi pelo. Yo entonces no entendía bien su silencio él no hablaba y siempre me confundia con otros. Ahora lo entiendo todo. Es un relato que deja una huella que no se puede borrar, gracias por ser capaz de ver tan lejos y con tanta profundidad y amor. Un escrito así es una bendición no para la tristeza sino para entender cualquier cosa de nuestros corazones esos corazones que a veces la vida duerme, porque duerme la mente aunque a lo mejor para ellos asi es mejor el tránsito al misterio que nos espera al final a todos. Emocionante y muy bello y especial Cristina.

Santiago Correa

Cris Gª. Barreto dijo...

Estimado Emilio:

Soy yo quien te brinda afecto sincero y admiración por tus palabras.

Celebro muy de veras que te haya gustado el texto. Sobre lo que dices de él pues ciertamente no tengo palabras. Sabes que soy una observadora de la vida y escribo pues eso lo que observo, a veces aderezado con toques de imaginación (no en este caso aunque utilizo palabras simbólicas que no toquen de pleno como un dardo en la diana de quiénes lo padecen ).
Sintetizar el tema que trato no sé si es fácil o difícil pero para mi era suficiente y así lo dejé como esencia de todo lo que significa.

Lo más importante es que te haya llegado. Fue una explosión que tuve el mismo jueves cuando contemplé una familia con un señor mayor, parecía que él tenía este problema y no dejé de observarle. La verdad es que me afectó. Y se me ocurrió escribir algo sobre el tema pero a mi manera, ya sabes.

Agradezdo de todo corazón tu muestra de admiración a este texto.

Recibe un abrazo,
Cris.

Cris Gª. Barreto dijo...

Estimado Jonathan:

Es evidente que lo que más desea un escritor es que alaben sus textos no su persona. Llevas razón. Y si el texto habla por si solo que yo así lo he pretendido, qué más se puede pedir.
Aunque debo decirte que cuando alabo el texto de otro colega por ende no puedo contenerme y decirle alguna palabra a quien lo ha escrito.

Gracias por tus palabras que me colman de placer porque llegar es lo que más deseo en el mundo, por encima de todo. Llegar a las personas digo, no se me mal interprete.

Recibe toda mi admiración y respeto.

Un abrazo,
Cris.

Cris Gª. Barreto dijo...

Querida Marian:

Gracias amiga por participar en esta entrada. Me complace que te haya gustado el texto.

Recibe un abrazo enorme.
Sincera,
Cris.

Cris Gª. Barreto dijo...

Querida Luisa:

Cuánto me alegra verte en mi espacio.

Recibe mi agradecimiento por tus palabras. Me alegra mucho que te haya gustado el texto.

Te envío otro beso muy cálido amiga.
Con afecto,
Cris.

Anónimo dijo...

Hola de nuevo Cristina

Hay algo, que me quedó ayer en el tintero.
La diferenciación, la matización que hices entre recordar y olvidar.
Hay momentos de la vida que sin recordarlos, tampoco los llegamos a olvidar.
Perdona que lo añada hoy.

Un abrazo de María Jesús

Cris Gª. Barreto dijo...

Querido Santiago:

Lo que me cuentas es enternecedor y el enfoque que le das es de alivio al enfermo, pero no a la familia del enfermo que sufre más en ese trance de pérdida de memoria que pudiera ser un nodo ante la pérdida de la vida. Pero sabemos que el problemas va mucho más allá, un niño ante un a buelo lo vive de una forma, los padres del niño de otra mucho más dura. Desgraciadamente, cuando tenemos personas impedidas a nuestro cargo,la vida se nos rompe por completo y el corazón se nos parte ante tal impotencia y sufrimiento. Es muy costoso que les cuiden, y aún así, ¿cómo disfrutar de una vacaciones para despejarse y tomar fuerzas? ¿dónde dejar al abuelo, en caso de tener mucho dinero claro? y ¿cómo soportar verte ignorado por tu padre o madre porque no puede recordar...?
Bueno, como no quiero dramatizar y tú muy bien conocerás esta experiencia por lo que hayan contado tus padres respecto a tu abuelo. Por ello, escribí el tema de esta forma. Donde digo además que jamás todo se olvida (motivo por el que la abuela tomaba azúcar pues sí recordaba que su vida había sido amarga...) de ahí que el niño dijese a su abuela, en una vuelta a los inevitables lapsus mentales de ésta: que recordar es azúcar.

Hago esta pequeña aclaración porque creo que leer en profundidad algo tan aparentemente sencillo intuyo que no es fácil para todo lector. No es tu caso, por supuesto. Pero sí que será el de mucha gente que lo lea.

Querido paisano gracias por dejar esta exiquisita huella de lava en mi espacio.

Celebro de corazón que te gustase el texto. No puedo pedir más a esta vida.

Un abrazo y otro al Teide (es metáfora).

Cris.

Cris Gª. Barreto dijo...

Querida María Jesús:

Te parecerá extraño, pero por lo que te conozco sabía que me harías esta matización, pues a ti no se te escapa nada, de hecho la estaba echando en falta. Es increíble cómo puedo empatizar contigo de esta manera.

Verás ese era un punto muy importante en el texto, mira como se lo conté al anterior compañero, Santiado Correa, casi que te hago un corta y pega para no duplicar el trabajo, estoy a tope.
Cita del anterior comentario:

"Bueno, como no quiero dramatizar y tú muy bien conocerás esta experiencia por lo que hayan contado tus padres respecto a tu abuelo. Por ello, escribí el tema de esta forma. Donde digo además que jamás todo se olvida (motivo por el que la abuela tomaba azúcar pues sí recordaba que su vida había sido amarga...) de ahí que el niño dijese a su abuela, en una vuelta a los inevitables lapsus mentales de ésta: que recordar es azúcar.

Hago esta pequeña aclaración porque creo que leer en profundidad algo tan aparentemente sencillo intuyo que no es fácil para todo lector. No es tu caso, por supuesto. Pero sí que será el de mucha gente que lo lea"

Tampoco es tu caso por ese motivo sabía que me comentarías esto pues eres una lectora excepcional.

Mil gracias María Jesús y tú aquí entras y sales cuando te venga bien no ves que es tu casa y muy a gusto te la brindé desde que entraste a ella.

Un abrazo con afecto,
Cris.

Antonio dijo...

La vida rayó tan fuertemente al diamante que ni el alzheimer pudo borrarlo. Solo el azúcar palia el amargor que dejó. El resto pasó a la historia del olvido.
Un beso

MiLaGroS dijo...

Recordar es azúcar.¡ Que bello!.Me encanta Cris.Eres genial

Jonás Villarrubia dijo...

Particularmente soy una persona que recuerdo lo pasado mejor en imágenes. Todo aquello con lo que sufro o me emociono, al recordarlo, en mi mente aflora en imágenes que las reparte en revivir con todos los sentidos que intervinieron en esa experiencia. Gracias a eso mis recuerdos son tan claros y concisos, a la vez que gratificantes: el primer beso, el olor de una rosa, una bella amistad... De ahí que te comente que la lectura de este pasaje al alzhéimer me ha llenado de imágenes: lo he vivido, por haberlo, desgraciadamente en un familiar, experimentado; gracias.
Jonás

Cris Gª. Barreto dijo...

Querido Antonio:

Una reflexión muy inteligente y, por tanto, acertada.

Agradezco mucho tu aportación a este texto.

Mil gracias.

Un beso,
Cris.

Cris Gª. Barreto dijo...

Querida Milagros:

Me congratula enormemente que te haya gustado este texto.
Tú si que eres genial amiga.
Muchos besos,
Cris.

Cris Gª. Barreto dijo...

Hola Jonás:

A mi nada tienes que agradecerme.

Sí. Las imágenes son las que habitualmente persisten con mayor precisión en la mente. No olvidemos que tambén las palabras son imágenes. En en fondo todo son secuencias que se nos graban a modo de fotografía.

Gracias por tu entrada.
Un saludo.
Cristina.