martes, 29 de septiembre de 2009


Salto a la decepción

Antes de que el tiempo
repliegue mi deseo de amar
inmunizando sentimientos.

Antes de que el mar negro
se extienda pintando de brea
todo el océano.

Necesito compartir
desde la táctil realidad
mi último sueño.

Salvar mi corazón acibarado
de las amargas impurezas
que contaminan la miel.

Apuro que pende del anhelo
de no marginar mi vida
en mochilas de broza.

Asearme de mentiras.
Irrealidades
que a mi alma hirieron.

Quiero ser feliz.
Inhumar los fingimientos.


Madrid, 29 de septiembre de 2009
cristina garcía barreto

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida Cristina,

no quiero ser pesado, pero he leído tus últimos poemas y no se si realmente son elementos imaginarios o la realidad de alquien que sufre.
Perdona mi atrevimiento.
Me ceñiré a comentarios literarios.
Transmites poseer un corazón desmesurado. Una sensibilidad profunda y un alma que se eleva de lo terrenal.

¿Podrías adelantarme tu e-mail?
Quisiera comentarte algo.

Para mi poetisa favorita.

Jesús,

Cris Gª. Barreto dijo...

Sí. Jesús, hago público mi e-mail: cbarreto8@hotmail.com.

Te atenderé en cuanto me sea posible ando muy liada.

Empiezas a ser casi imprescindible en mi blog.

Saludos,
Cris.

Anónimo dijo...

"Las amargas impurezas"...qué bonito Cristina. Tú dices que yo también puedo ser escritor. Mira voy a poner una cosa, a ver que te parece: "Veo, a través de la ventana de mi College, en Edimburgo, la amarga impureza del día. Se esconde la luz detrás de la niebla. Y no se ven los bordes del sol que nace. Sólo un difuso halo sin calor ni fuerza"
¿Te gusta?. Es para ti. Un beso.

Oscar

(quizás hoy tengo alguna nostalgia de nuestro país, a pesar de lo bonita que es Escocia).

Cris Gª. Barreto dijo...

Óscar. Escribe, escribe y no escuches palabras que te confundan en el aprendizaje de la vida, porque perderás amigos o incluso a un amor.
Claro que si ese amor es como el sol de Escocia pronto lo olvidarías, pues desde luego, no habría calentado lo suficiente tu corazón.
No está mal tu inicio literario, sobre todo, porque me lo dedicas.

Gracias.
Un saludo,
Cris.