jueves, 31 de enero de 2008

Sueño despierto

Admiré absorta la llama ambarina
de una madrugada cuyo ampo era astral.
Como destellos en inerme cristal,
dando armonía al aura matutina.

Jugamos cuan peces de agua marina,
y aguardamos con calma a la mañana,
mas vi tu sombra fugarse temprana.
Quid que cala en aroma masculina.

Te amé en el alma, con pasión certera.
Ducha en la vida tu amor me ardía,
aún sin intuir la pena ni el ruego,

del decano maestro al que perdiera.
Malogrando el candor de todo un día,
avivó mi sueño de aroma de espliego.

Madrid, 31 de Enero de 2008
Cristina García Barreto






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