Paradójicamente, en estas situaciones, suele cruzar el que tiene más miedo -y es, al tiempo, el más valiente. Y los resultados -muñones sangrantes- casi siempre terminan dando la razón a su instinto. Aunque no hay muñón más triste que unas piernas fuertes enraizadas en las rocas. Margarit, en su poema "Erizo de mar", hace una magnífica descripción de esto último.
Compleja respuesta me dejas. En mi opinión la decisión más valiente no es siempre la del que tenga más miedo, tal vez sí, más creencia en lograr un acercamiento. En el fondo no es cuestión de valor si no de decisión y, lógicamente, el amor empuja con fuerza pero no siempre con razón.
Lo dices todo en tu poema. Cruzar la calle, tender puentes, alargar la mano, parece que tengan un significado similar, pero en situaciones parecidas, no idénticas. Para acercarse a alguien con el que estamos distanciados, se necesita una buena dosis de valor, y otra no menos importante de humildad. A veces confundimos el valor y la debilidad. El que cede, en muchas situaciones suele ser el más fuerte. En una ocasión, leí una frase escrita por una persona sobresaliente en su campo, un poco drástica, pero que lo explica todo muy bien. Decía: "El fuerte suelta la presa, el débil, la mata" Imagino que también en el amor.
Me ha gustado tu poema, Cris, es como si dejaras las incógnitas al aire y al mismo tiempo, las explicaras.
Mi querida Cristina, si es autentico amor, las minas se volverán rosas. Si vemos las minas hay peligro de antemano. Tus versos se convierten en adivinanzas. Muchos besos y un fuerte abrazo con todos mis mejores deseos
Cuando se han pisado minas durante un largo camino, tal vez lo mejor sea mantenerse en una prudencial retaguardia para los sentimientos. Un poema corto y conciso pero intenso. Besos, Cristina.
Se acerca el día de la presentación de "Trayectos" Cris. Espero te encuentres bien y en condiciones de celebrar un suceso que espero te haga cruzar al otro lado de los sueños. Porque el libro lo merece. Es precioso. Y es bueno. Muy bueno.
Queridos amigos:
ResponderEliminarLa peor decisión es la indecisión.
Besos con toda mi admiración y cariño.
Cris.
Repartirse el camino
ResponderEliminares la mejor decisión.
Un beso
Me gusta. Abrazos.
ResponderEliminarParadójicamente, en estas situaciones, suele cruzar el que tiene más miedo -y es, al tiempo, el más valiente. Y los resultados -muñones sangrantes- casi siempre terminan dando la razón a su instinto. Aunque no hay muñón más triste que unas piernas fuertes enraizadas en las rocas. Margarit, en su poema "Erizo de mar", hace una magnífica descripción de esto último.
ResponderEliminarAbrazos.
Querida Marisa:
ResponderEliminarSabia elección.
Pero: ¿y si uno ha sembrado más minas que el otro? ¿a cual de ellos le resultará menos difícil la decisión? Esa es la clave.
Gracias amiga por tu aportación.
Te envío un fuerte beso con toda mi admiración y cariño,
Cris.
Mi querida MiLaGros:
ResponderEliminarCelebro que te guste.
Recibe un fuerte beso con toda mi estima y admiración,
Cris.
Estimado el Éxodo:
ResponderEliminarCompleja respuesta me dejas.
En mi opinión la decisión más valiente no es siempre la del que tenga más miedo, tal vez sí, más creencia en lograr un acercamiento. En el fondo no es cuestión de valor si no de decisión y, lógicamente, el amor empuja con fuerza pero no siempre con razón.
Otro abrazo par ti,
Cris.
Querida Cris:
ResponderEliminarLo dices todo en tu poema. Cruzar la calle, tender puentes, alargar la mano, parece que tengan un significado similar, pero en situaciones parecidas, no idénticas.
Para acercarse a alguien con el que estamos distanciados, se necesita una buena dosis de valor, y otra no menos importante de humildad.
A veces confundimos el valor y la debilidad. El que cede, en muchas situaciones suele ser el más fuerte.
En una ocasión, leí una frase escrita por una persona sobresaliente en su campo, un poco drástica, pero que lo explica todo muy bien. Decía:
"El fuerte suelta la presa, el débil, la mata"
Imagino que también en el amor.
Me ha gustado tu poema, Cris, es como si dejaras las incógnitas al aire y al mismo tiempo, las explicaras.
Recibe un fuerte abrazo, Mª Jesús
Mi querida Cristina, si es autentico amor, las minas se volverán rosas.
ResponderEliminarSi vemos las minas hay peligro de antemano.
Tus versos se convierten en adivinanzas.
Muchos besos y un fuerte abrazo con todos mis mejores deseos
Cris, este poema tan cortito en mi opinión es de lo mejor que yo te he leído.
ResponderEliminar¡Enhorabuena!
Un beso.
Cuando se han pisado minas durante un largo camino, tal vez lo mejor sea mantenerse en una prudencial retaguardia para los sentimientos.
ResponderEliminarUn poema corto y conciso pero intenso.
Besos, Cristina.
P.S. Recuperé tu email, ya te escribo.
Se acerca el día de la presentación de "Trayectos" Cris. Espero te encuentres bien y en condiciones de celebrar un suceso que espero te haga cruzar al otro lado de los sueños. Porque el libro lo merece. Es precioso. Y es bueno. Muy bueno.
ResponderEliminarQuerida Cris, el ingenio y el amor van de la mano en este precioso poema. Me ha encantado, te felicito.
ResponderEliminarNos vemos prontito.
Un beso.
Querida Cris, espero que la presentacion del libro fuera un éxito.
ResponderEliminarMuchos besos y abrazos
Te quiere tu amiga Marian
Siempre hay que arriesgarse, es muy triste lamentarse de lo que no se ha hecho.
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